Mención aparte necesita la comida de hoy, después de pasear por el mercado con el estómago vacío (cosa no muy recomendable) todo nos seducía y queríamos probar todo, todas las comidas, todos los sabores, pero había un par de platos que llevaban un poco de ventaja.
En la foto de abajo, es decir, en la que no salgo yo, pueden ver a su izquierda, la famosa Parmiggiana Chicken, una deliciosa milanesa de pollo al parmesano, tomate, pimiento, cebolla y otros pequeños aderezos, a su derecha unos ravioli rellenos de queso, con salsa bolognesa ligeramente picante, pesto y parmesano (a los canadienses les encanta el parmesano).
Hoy podemos decir que nos deleitamos con un delicioso manjar, digamos que pecamos un poquito de exceso, pero al final hemos cenado zumo, te y yogurt, por aquello de que el cuerpo no nos pedía más...¡¡¡Si esto es la guerra, que nunca venga la paz!!!
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